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He oído hablar de un tipo de teatro que se llama inmersivo… ¿Qué diablos es?

Por Paula Pascual de la Torre y Emanuele Nargi. Terre - Moto Performance.

Cuando éramos niños jugábamos, defendíamos las casas de los árboles de los invasores y nos sumergíamos en elaborados cuentos de fantasía. Crecemos imaginando y el juego es una parte fundamental de nuestro aprendizaje que, sin embargo, parece que vamos dejando atrás a medida que nos hacemos adultos. Para muchos de nosotros, entonces, no queda mucho sentido de la aventura (¿o si?). La realidad es que anhelamos constantemente esa estimulación, la viva y sincera implicación del juego de niños. Algunos de nosotros encontramos alivio en los viajes, en los deportes, en los encuentros con los amigos....otros muchos lo encuentran en los videojuegos, o en alternativas como el escape room. Estamos, al final, reivindicando de adultos el derecho a jugar como cuando niños, por el placer de jugar y aprender jugando.


Entonces... ¿Por qué seguir como teatrantes exigiendo un público principalmente pasivo? ¿Por qué seguir jugando solo los actores en la escena? El público, hoy, también quiere jugar, busca la experiencia y el teatro inmersivo la ofrece. El teatro inmersivo experimenta cada vez más con las posibilidades de participación e interacción del público y eso lo hace extremadamente interesante para las nuevas audiencias manteniendo, al mismo tiempo, los elementos teatrales que caracterizan una pieza de calidad (performers con un alto nivel de training y técnica, una dramaturgia compleja, atención extrema a la proxémica, la utilización detallada de la escenografía etc.)


Nos preguntamos, al mismo tiempo, en qué punto las artes escénicas, o quienes tienen el espacio ganado en las mismas, no se están sabiendo a veces adaptar y asumir los cambios en la sociedad. Miren la relación que los niños y los adolescentes de hoy tienen con el arte, la tecnología y los massmedia. Todo eso está relacionado con la nueva economía del arte, del teatro y de la performance. Durante las últimas tres décadas, los videojuegos han tenido un profundo efecto en la forma en que los artistas y el público se comprometen con las historias. La sociedad, a través de los medios digitales está acostumbrada a interaccionar en vivo y en directo principalmente a través del dispositivo móvil y las redes sociales. El teatro tiene también que renovarse, transformarse, considerar las nuevas tecnologías y a los nuevos públicos.




LA EXPERIENCIA INMERSIVA


En el teatro inmersivo el público se sumerge en un mundo desconocido donde suceden acontecimientos inesperados, a veces, además, hechos exclusivamente para un espectador. Así es el teatro inmersivo en los Balcanes, en Italia, en los Estados Unidos y en UK principalmente. El teatro inmersivo tiene una cantidad infinita de posibilidades para hacer participar al publico vs el teatro en las pequeñas salas y el los teatros oficiales de Madrid donde la mayoría del público está sentado y es pasivo.

Mirémonos a los ojos e intentemos ser honestos… en realidad no existen muchas diferencias en este sentido entre las salas ‘alternativas’ de Lavapiés o de Embajadores y los teatros oficiales. Las relaciones entre el público y los artistas son las mismas. Y entonces, ¿cual es la diferencia que se ve en los varios tipos de eventos de teatro inmersivos, en el trabajo site-specific, en la performance multimedia, en los escape rooms y en la realidad virtual inmersiva? Lo primero es que los miembros de la audiencia son parte de la actuación y el espectador mismo toma decisiones de hacia donde ir, qué ver, qué acercarse a escuchar, qué tocar, qué oler... y cada una de esas decisiones construye la dramaturgia, transforma la experiencia y la hace siempre personal y única. Lo que proponemos a los espectadores desde el teatro inmersivo es enmascararse y sumergirse en la actuación, interaccionando con un nuevo mundo de ficción y dejándose fascinar por un nuevo tipo de atmósfera. Lo que estamos tratando de crear es precisamente un nuevo tipo de atmósfera que se caracteriza por una estructura iridiscente, de varios niveles en función de las opciones que el espectador elige en cada momento.


La segunda diferencia radical de este tipo de evento es la multisensorialidad: los sentidos y la kinestesia (el movimiento también del público, no solo el movimiento de los performers) participan plenamente en la dramaturgia y se utilizan con la misma relevancia que las acciones de los performers, la palabra, la música, la escenografía y las luces.


A menudo sucede en Madrid que las personas, cuando les hablas de teatro inmersivo, contestan ¡Ah, como en los espectáculos de Vargas o de Rodrigo Garcia! Y la respuesta es no... Cuando hablamos de interacción, no sólo debemos imaginar los experimentos de participación de la audiencia más extremos: de hecho, incluso una audiencia de espectadores que buscan una obra de teatro está ya participando en lo que sucede en el escenario, como ya sabe el artista. En el teatro inmersivo hay varios grados de participación y se pueden utilizar como alternativa, en diferentes momentos y por diferentes artistas, dependiendo de la necesidad dramática. Desde el punto de vista del espectador, la narración se convierte en un campo interactivo, gracias a dos factores principales: la posibilidad de interacción y relación con la dramaturgia y los acontecimientos que se desenvuelven en contemporaneidad y que permiten la posibilidad de elección. Estas características permiten la diferenciación en función de la experiencia del individuo. Cada espectador tendrá una experiencia diferente en función de sus decisiones, su participación, su disposición a explorar.




INNOVACIÓN Y SOSTENIBILIDAD EN EL MUNDO DE LAS ARTES


En el libro: Beyond Immersive Theatre: Aesthetics, Politics and Productive Participation by Adam Alston, así como en varios artículos de teatro Inmersivo y libros de Josephine Machon y otros, algunos de los investigadores y críticos mas importantes de la performance contemporánea (contemporánea de verdad, la de los últimos 15 años) hablan muy claramente de un nueva teoría, la NEW GAME Theory. Esto no significa que el trabajo de los pedagogos teatrales históricos e inventores del training actoral ya no sirvan. De hecho, es importante que se sigan usando pero es importante también que avancemos y creemos una nueva economía más sostenible que no se reduzca a las 40 salitas de Lavapiés donde casi todos los artistas tienen dificultades económicas mes si mes también. Se trata de que seamos independientes y sostenibles. La performance más importante de teatro inmersivo de los últimos 10 anos ha demostrado que, además de tener en cuenta los desafíos contemporáneos, pueden ser producciones sostenibles que duren hasta 5 años y estando siempre en evolución alcanzando grandes presupuestos y venta de entradas como lo hace un gran musical. Es el caso de los Punchdrunk en Nueva York y Londres. Las experiencias inmersivas han demostrado que el teatro experimental si arriesga un poco más puede transformarse, económicamente, en un recurso financiero para el mundo de las artes y así no correr el riesgo económico que corren las pequeñas salas alternativas de Madrid y otras ciudades europeas. Podríamos decir entonces, por fin, que el teatro es una opción profesional sostenible.




La cita:

Terre – Moto presenta el próximo 24 de Junio en Madrid “Bajo Llave”, una experiencia de teatro inmersivo.

La cita es el 24 de Junio a las 19.30 horas en Conde de Casal, donde un autobús llevará al público al lugar secreto donde se desarrolla el espectáculo, una estructura de más de 2000 metros que alberga el castillo de Bajo Llave.*

  • Para más información a cerca de “Bajo Llave” consultar la página Web de TerreMoto.

http://terre-moto.wixsite.com/terremoto


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